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ToggleEsta es la primer de una serie en que desvendaremos los bastidores y los misterios de las elecciones y los personajes que asumirán el gobierno brasileño en enero de 2019. ¡Atención! No pierdan y divulguen en sus redes. Impriman y guardan para conferir más adelante.
Las elecciones de 2018 fueron el mayor fraude jamás habido contra el pueblo brasileño. Titular de del vetusto Times, de Londres, dice que Jair Bolsonaro promete empleo para el juez que prendió su rival (Jair Bolsonaro promises sênior job to judge who jailed his rival). Ya no es promesa, es verdad desde el miércoles, 31 de octubre, cinco días después de conocido el resultado del pleito.
El juez Sérgio Moro, de la Justicia Federal de Curitiba, que conduce la Operación Lava Jato y mantiene el ex presidente Lula da Silva preso, sorprendió magistrados y abogados que expresaron indignación a través de sus asociaciones. Uno de esos, Miguel Reali Jr., reaccionario de derecha, autor del pedido de impedimento de la presidenta Dilma, manifestó su sorpresa recogida por la prensa:
“Era una figura no contaminada. Ahora va perder tiempo para justificar que sus decisiones no fueron política, pero queda el tema suelto. Desnecesariamente”.
Es evidente que todo fue armado para sacar Lula del pleito. Aún antes de ser invitado, el juez ya posaba de deslumbrado. Seguramente quiere el comando de los órganos de represión ligados al Ministerio de Justicia para proseguir con su objetivo de liquidar Lula, el Partido de los Trabajadores e los movimientos sociales.
Hay que recordar que la Operación Lava Jato empezó, cuando, en los Estados Unidos, la NSA (Agencia Nacional de Seguridad, ligada a la Casa Blanca y al Pentágono) entregó a Sérgio Moro grabaciones y documentos obtenidos a través de escucha telefónica e interceptación de internet de la Presidencia de la República e invasión de computadores de la Petrobras.
Además, en la recta final de la campaña electoral hubo interferencia directa del poder económico local y externo, despejando dinero a fondo perdido, y también comprobadamente manipulando las redes sociales, con la ayuda de especialistas en guerra psicosocial. Paralelamente, cuando el Supremo Tribunal de Justicia estaba para juzgar el habeas corpus a Lula, el comandante del Exército, general Eduardo Villas Boas, fue personalmente alertar que las fuerzas armadas no aceptaban la presencia de Lula en la elección.
Brasil 247
Las elecciones de 2018 fueron el mayor fraude jamás habido contra el pueblo brasileño
Armas de guerra y abuso del poder económico definieron las elecciones
Impresiona cómo técnicas apuradas de guerra psicosocial y manipulación de las redes sociales y otros medios de comunicación en Internet (firehosing) logran hacer con que las personas tomen como verdad cosas increíbles, tales como, que el candidato del PT, Fernando Haddad, cuando ministro de Educación, había distribuido en las guarderías, biberones con el pico en forma de pene; o la distribución de un kit gay y la ideología de género como se fuesen cosas de pervertidos contra las buenas familias cristianas. Quedó comprobado el uso de robots en las redes y en el WhatsApp, financiado por empresas y plantadores de soya del centro-oeste brasilero.
El resultado es que se está montando, para tomar posesión el 2 de enero de 2019, un típico gobierno de ocupación. Los militares de más altas patentes coordinaron el contenido de la campaña y la formación del nuevo gobierno en que ocupan casi la mitad de los puestos.
Los cargos civiles serán ocupados por empresarios que seguramente contribuyeron para la campaña, y en el área económica predominan los Chicago’s Boys, fanáticos adeptos de las teorías neoliberales que han llevado a la dictadura del capital financiero, o fanáticos adeptos de la teología de la prosperidad que enriquece los pastores de iglesias neo pentecostales, cuya estrategia es la captura del poder para instalar un estado confesional.
¡Ojo!
No se trata de una mera ocupación por sectores autoritarios de la sociedad y la política brasilera. La realidad es mucho más grave pues se trata de la ejecución de una estrategia diseñada por John Bolton, asesor de seguridad de la Casa Blanca.
Cuando supo de la victoria, el presidente Donald Trump, en su estilo corto y grueso, envió mensaje manifestando claramente su objetivo: military and trade. Profundizar el acuerdo de cooperación e instalar bases militares (military); hacer un acuerdo comercial (trade) como el subscrito con México y Canadá y, aliarse a los EUA en la guerra comercial que está librando contra China.
Locuras y más locuras. ¿Qué será de nuestra soberanía?
La más reciente definición y objetivos de la estrategia estadunidense fue resumida por John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional, hablando a nombre de Trump, en discurso y entrevista el jueves, 1o de noviembre de 2018, en el Freedon Tower, en Miami, un centro que servía a los cubanos de oposición:
Los Estados Unidos tomarán acciones directas contra esos tres regímenes (Cuba, Nicaragua y Venezuela) para defender el estado de derecho, la libertad y la mínima decencia humana en nuestra región. (…) habrá un nuevo abordaje a esa troika de tiranía. (…) cuna sórdida del comunismo en el Occidente.
Contra la troika do mal, pretende oponer la troika del bien. En las palabras del propio Bolton: Argentina (Macri), Colombia (Iván Duque ), Brasil (Bolsonaro) y México. Mencionó México seguramente desconsiderando la elección de López Obrador.
Ley Antiterrorismo, el nuevo AI-5 de Temer
La ley antiterrorismo, editada casi al final del gobierno del ilegítimo Temer, sigue bien esa misma línea de criminalizar cualquier pensamiento, cualquier movimiento social que se opongan a la perpetuación del pensamiento único de la plutocracia en el poder. El Senado todavía tiene la oportunidad de detenerla, pero parece difícil. El senador Lindbergh Farias (PT-RJ) informa que la oposición logró
“…garantizar una Audiencia Pública para la discusión del tema y para explicar a las personas lo que está por detrás del interés del nuevo gobierno. Vamos luchar en todos los frentes por la autonomía de los movimientos sociales”.
Para María de Aquino, profesora de Historia de la Universidad de São Paulo – USP, el texto de la Ley Antiterrorismo es peor que el AI-5. Dijo en entrevista al portal de la Central Única de los Trabajadores – CUT:
“Criminalizar manifestaciones y movimientos sociales, como quieren los aliados de Bolsonaro, es romper con el Estado democrático. (…) Abrieron la Caja de Pandora, los monstruos salieron y será muy difícil ponerlos de vuelta. Ellos están respaldados por las urnas, la población eligió”.
¿Cómo dudar de que esta elección fue una fraude?
¿Por qué fraude?
En las elecciones anteriores, Diálogos do Sul denunció que constituyeron fraude por las siguientes razones:
1. Abuso del poder económico
Como siempre, hubo exceso de dinero derramado en las campañas. En algunas de ellas, dinero de todo el mundo. Además de configurar abuso de poder económico, aleja la posibilidad de que entren en la disputa los menos ricos. Si es pobre, ni pensar. También constituye abuso del poder económico la actuación de las iglesias neo pentecostales, poniendo la red de radios Gospel y los pastores millonarios a pedir voto a los fieles. Abuso del poder económico es ilegal, por lo tanto, si es ilegal la elección es fraude. ¿De acuerdo?
2. Farsa del marketing político
Una verdadera farsa promovida por el llamado marketing político. Transformaron las elecciones en disputa entre grandes agencias de publicidad, especializadas en crear ilusiones para vender productos. Nadie conoció los programas de los candidatos. Votó como quién compra un detergente: todos son iguales, lo que cambia es el embalaje y la propaganda. En esta última elección, parece que faltó dinero para contratar grandes agencias. Difícil aceptar, pero aconteció. Parte considerable de los candidatos se dedicó a ofenderse mutuamente, y olvidaron que el elector precisaba y debería conocer sus planes de gobierno. Algunos candidatos utilizaron todo el tiempo de que disponían en la TV para atacar a los oponentes. Si la disputa fue una farsa, la elección es un fraude. ¿De acuerdo?
3. Injerencia externa en el pleito
Eso hay que denunciar a organismos internacionales. Hubo injerencia directa de servicios de inteligencia de potencias bélicas y comerciales orientando a la media comercial a demonizar todo lo que contraría la dictadura del pensamiento único impuesta por el capital financiero. Los medios desavisada o voluntariamente, sin noción de patria y de soberanía, generó desinformación, alienación y odio entre los semejantes, llevándolos a querer borrar del mapa quiénes no piensan cómo dicta la cartilla del neoliberalismo financiero o de la teología de la prosperidad del neo pentecostalismo.
Los especialistas extranjeros en utilización masiva de los recursos de comunicación electrónica recibieron fortunas de empresarios brasileros para hacer el daño que han hecho en la campaña, con el intenso bombardeo de mentiras, acusaciones, diseminación de odio. Empresarios, comandantes de fuerzas policiales, públicas y privadas, todos “sugirieron” a sus subordinados a votar en Bolsonaro. Esa técnica hace con que elector vote por impulso o miedo, o cobarde obediencia, no racionalmente por escoger un programa. Eso constituye fraude. ¿De acuerdo?
4. Erosión del frente democrático
Desecho el frente democrático que llevó a la caída de la dictadura, a la amnistía, a las elecciones directas y a la Constituyente, fueron creadas miríadas de partidos (más de 70). Dos razones están por detrás de esa pulverización de leyendas. Primero, para garantizar que no haya una gran concentración de votos en ninguno de los candidatos en la primera vuelta. Con eso las cosas se pueden arreglar en la segunda vuelta para asegurar la hegemonía de la plutocracia servil al capital financiero.
En segundo, porque es más que un buen negocio fundar un partido político. Hay el dinero de los fundos Partidario y Electoral, dinero de los militantes contribuyentes y de empresarios donantes, además de ser un alto peldaño de ascensión social. Sirve también para escapar de la Justicia. Levantamiento hecho por el diario “O Estado de São Paulo” (5/11/18) revela que
…1/3 de los legisladores del Congreso Nacional es acusado de crímenes como corrupción, lavado de dinero, estelionato, improbidad administrativa, enriquecimiento ilícito, y aún de acoso sexual.
Son, segundo el diario,160 diputados y 38 senadores pertenecientes a 24 partidos. Y como si no bastase, 96 diputados deben R$ 158,4 millones por evasión de impuestos y tienen sus nombres o de sus empresas inscritos en la Deuda Activa. Con eso el sistema asegura la continuidad del sistema. Como no hay chance de cambio, es un juego de cartas marcadas. Fraude, por lo tanto. ¿De acuerdo?
5. Partidos políticos que no son Partidos
Esa cuestión está estrechamente ligada a la anterior. En sentido estricto, partidos políticos deberían ser partes de la sociedad civil organizada en torno de principios, una carta programática con la visión de mundo y de la realidad nacional, y más que todo, un proyecto nacional y un programa de gobierno. Raros son los partidos que representan lo que indica la sigla adoptada.
El PSDB – Partido de la Socialdemocracia Brasilera, por ejemplo, tiene nada de socialdemócrata. Es puro neoliberalismo entreguista y oportunista lo que une los afiliados en torno de un Fernando Henrique Cardoso, un Aécio Neves o un João Dória. Se constata cómo los políticos navegan de un partido a otro, movidos solamente por conveniencia electoral regional o por dinero. Como no hay partidos y programas (salvo rarísimas excepciones, sin chance alguna) la gente vota sin saber, o sin tener certeza de lo que el electo va a hacer con nuestro voto y con el país. Sin duda, eso constituye farsa. Si es farsa es fraude. ¿De acuerdo?
Guerra cultural y psicosocial
La llamada guerra de 5ª generación se utiliza de tácticas de guerra cultural y psicosocial que Estados Unidos vienen practicando desde 1945 cuando, a partir del término de la Segunda Guerra Mundial y en una Europa ocupada, desenvuelve acciones culturales. Una verdadera guerra comunicacional y psicosocial para ser aceptado como productor de arte, de ciencia y de productos, con el objetivo de imponer su economía. Lo que tenemos de novedad en eso, es sencillamente el uso de las nuevas tecnologías, estas sí, de 5ª generación.
Anteriormente esa técnica fue desarrollada por Mussolini en Italia de los años 1920/30, luego seguida por Hitler en los años 1930-40, usada en la ocupación de Europa hasta el término de la 2ª Guerra Mundial en 1945. Hay harta literatura sobre eso.
En las Américas, esa técnica de utilización de la comunicación como herramienta de gobierno y arma política, fue largamente utilizada por Roosevelt, Haya de la Torre, Getúlio Vargas, Domingos Perón, y posteriormente subutilizada.
En Nuestra América, diferentemente de Europa en que hubo un Plan Marshall para reconstruir e impulsar el desarrollo económico, aquí solamente tuvimos exploración y sumisión, en todas las áreas por todos los gobiernos de los EUA. El arma principal seguía siendo la de acción cultural y psicosocial, a través de los medios masivos de comunicación infundieron una cultura de masa anticomunista y de alineamiento con Estados Unidos.
La Doctrina Monroe (una sola América del Alaska a la Patagónia) y sus corolarios, como la política del garrote de Roosevelt, la Junta Interamericana de Defensa y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (militar), Alianza Para el Progreso de Kennedy y Nixon, el “buen mozo” Carter, el neoliberalismo financiero de Reagan/Tatcher, las bases militares en Colombia, Perú, Argentina, los Tratados Dilma/Obama, las políticas monetarias y de desarrollo impuestas por el FMI, Banco Mundial y otras, y, por fin, la dictadura del pensamiento único impuesta por el capital financiero que se vive hoy globalmente.
Trump e Hitler sirvieron de modelo
Adoptaron y perfeccionaron, adaptándolas a la realidad social, las tácticas de campaña utilizadas para elegir Trump, y como discurso, la irracionalidad cargada de emoción de Hitler. Hubo dinero a fondo perdido para los gastos de campaña propiciados por el agro negocio, bancos y financieras y fuentes externas.
Hubo también un contubernio entre servicios de inteligencia de los Estados Unidos y de Israel con la Agencia Brasilera de Información (Abin) y el Centro de Informaciones del Ejército (CIE).
Bien antes de la elección, el capitán Jair Bolsonaro ya se manifestaba con la seguridad de que sería victorioso. Electo, aún antes de la toma de posesión, está se comunicando directamente con el público a través de los medios electrónico, en mensajes cortos, tal como Trump utiliza el Twitter. Sobre el gobernó y lo que está sucediendo hablan los futuros ministros y asesores más próximos.
Es lo mismo que hacía Jânio Quadros con sus billetes escritos a mano en la longincua década de 1950, y en 1961, ya como presidente de la República. El presidente que renunció con la intención de dar un golpe y acabó perdiendo el puesto pues los militares pensaron que era mejor que ellos mismo ocupasen el poder. No lo lograron, el golpe fue frustrado por una sublevación general de la nación en defensa de la legalidad y garantizó la posesión constitucional del vicepresidente electo, João Goulart. Inconformados, los militares se prepararon mejor y en 1º de abril de 1964, tomaron el poder por décadas de arbitrio. 1964 es el marco de la captura del Estado por las corporaciones transnacionales.
Neoliberalismo en contubernio con sionistas y neo pentecostales
La década de 1980, que se inicia con el Consenso de Washington, desembocó en la hegemonía del capital financiero que, en poco tiempo, logró desalojar fuerzas progresistas e imponer una verdadera dictadura en que es prohibido pensar. En Nuestra América, las universidades se dejaron dominar por el pensamiento único de las cartillas económicas de Chicaco y de Austria. Dejaron de pensar sus países para formar esclavos intelectuales a servicio de la dominación imperial. Paralelamente, las influencias sobre las fuerzas armadas, policiales y de inteligencia. ¡Todo abiertamente!
Pero, el sistema apuesta en el hecho de que las personas tienen flojera de leer, prefieren ir al sabor de la onda en lugar de resistir y defender su propia cultura y tradición. Se perfeccionaron a punto de lograr formar un gobierno fascista por el voto. Y con un Congreso en que las bancadas de las B forman larga mayoría parlamentaria:
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De la Bala (armamentista), 250 legisladores
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Del Buey (agro-negocio), 260 legisladores
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De la Biblia (pentecostales, neo pentecostales, protestantes y católicos), más de 100
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De la Banca (electos con dinero de los bancos o banqueros electos)
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De Bolsonaro (él solo ha logrado elegir un montón de parlamentarios). El PSL, su partido, eligió 52 deputados y 4 senadores.
El PSDB, que tuvo la Presidencia de la República por dos mandatos con Fernando Henrique Cardoso y gobernó São Paulo por 14 años, está hecho trizas, con buena parte ya adhiriendo al vencedor. Lo mismo ocurre con el PMDB/MDB, pues su fisiologismo obliga. De los 30 partidos que eligieron diputados, solamente unos cinco o seis van a componer la oposición, junto con votos aislados de un u otra partido, dependiendo de la pauta.
PT, 56 diputados, PSB 32, PDT 28, PSOL 10, PCdoB 9, (dijeron que apoyarán en algunos casos). Resumiendo, la oposición tendrá en la peor de las situaciones 250 votos y en la mejor unos 300 o poco más. Difícil ¿no? Tendrán que ejercer el juz esperniandi a todo vapor, con mucha energía, convocar a todo momento audiencias públicas, y movilizar la sociedad para la autodefensa.
Peligroso alineamiento con Israel
Cada anuncio de lo que pretende hacer el presidente electo tipifica que realmente se trata de un gobierno de ocupación.
Anunció que su primer viaje será para los EUA, e Israel, siendo que prometió al gobierno sionista transferir la embajada de Tel Aviv para Jerusalén. Una victoria, seguramente, para los neo pentecostales de la Iglesia Universal, que construyó en São Paulo un Templo de Salomón, y sueña con transformar Brasil en un estado confesional como el Estado sionista de Bibi Netanyahu, que no escondió su júbilo:
“!Felicito mi amigo presidente electo, Jair Bolsonaro, por su intención de transferir la embajada brasilera para Jerusalén, un paso histórico, correcto y emocionante!”, escribió el premier israelí en el Twitter.
¿Qué ventaja puede tener Brasil con una actitud como esta, condenada por la mayoría de los Estados Miembros de las Naciones Unidas? ¿Qué ganamos con copiar Trump además de patética sumisión? El presidente estadunidense fue el primero a agredir la ONU cuando en 2017 anunció que transferiría la embajada para Jerusalén y fue seguido por Guatemala y Paraguay, países con gobiernos derivados de golpe de estado patrocinado por Estados Unidos.
Al saludar el nuevo gobierno, Trump definió el rumbo deseado por la potencia: military and trade. Más claro imposible, quiere bases militares y comercio. Quiere Brasil a su lado en la guerra comercial que está librando con China. Locura ¿no? Pero es lo que está se delineando.
Con el país ocupado la lucha es por la liberación nacional
Diálogos del Sur, desde que comenzó a circular, ha insistido que el foco principal de los movimientos democráticos y populares debe ser el de organizar un amplio Frente de Salvación Nacional.
Es de eso que se trata desde el golpe de 1o de abril de 1964, con la captura del poder de decisión por las empresas transnacionales y la sumisión de la seguridad a intereses externos en permanente violación de la soberanía nacional.
Llegamos al punto en que estamos hoy: en que el pensamiento único impuesto por el capital financiero impuso la más deshumana de las dictaduras, pues nada es más deshumano que la sed de lucro del capital especulativo.
Ahora es preciso empezar de nuevo.
El primer paso tiene que ser el de liberarse de la peor de las servidumbres, que es la servidumbre intelectual. Luchar para que las escuelas, en todos los niveles, sean templos del saber inquisitivo, capaz de mirar crítica y creativamente la realidad y pensar y planificar el país ideal para las futuras generaciones.
Esa percepción de que la lucha es de liberación nacional, para que se pueda tener un proyecto nacional de desarrollo con soberanía, que tenga el ser humano como primera prioridad, felizmente está se alastrando y contaminando el tejido social. Es preciso que se vuelva epidémica y que anime la nación. Es interesante que un periódico filiado a la Red Globo le de espacio a ese tipo de reflexión.
El sociólogo Wanderley Guilherme dos Santos, en entrevista a la periodista Maria Cristina Fernandes, publicada en la edición del 29/10/18 del Valor, interpreta el resultado electoral como un proceso que podría haber sido detenido, no lo fue por falta de percepción, y concluye que el resultado es un gobierno de ocupación que estará en el poder a partir del 2 de enero de 2019. ¿Cómo librarse de eso? Solamente con un amplio frente no partidario para la recuperación de la democracia.
Valor: ¿Qué es un gobierno de ocupación?
Wanderley Guilherme: Cuando estima considerar movimientos de sin-tierra como organización terrorista o dice que los rojos o se van o van para la cárcel, esto es un gobierno de ocupación que transforma toda la oposición en enemigo. La visión que Bolsonaro ha transmitido y de que sus opositores son extranjeros en Brasil. No son brasileros propiamente dichos. Son extraños a Brasil. Es importante entender que un gobierno de ocupación no es necesariamente fascista. Va a usar leyes que existen. Leyes que están en el Código Penal y en la Constitución y que pueden ser aplicadas de una forma perfectamente adecuada a violar aquellos derechos que suponíamos adquiridos, pero que no tienen respaldo en las leyes del país. La legislación brasilera es extremamente conservadora. Y aún Fernando Henrique Cardoso se valió de ella, al dar inicio a su gobierno encuadrando huelga en la Petrobras en la Ley de Seguridad Nacional.
¿Bolsonaro no necesitará hacer cambios legislativos para reprimir movimientos y opositores?
No. Basta se considerar un gobierno de ocupación. Basta oír su concepción de poder. Él va a ocupar el país. Y va a expulsar a todos aquellos que gozaban de libertad, por la benevolencia de la interpretación de las leyes por parte de los gobiernos democráticos. No será necesario violentar la legislación para ejercer un gobierno de ocupación. Él va a tratar sus adversarios como opositores del país.
El segundo capítulo de ese análisis de coyuntura está destinado a mostrar cómo fue el uso de poderosas tecnologías de información y guerra psicosocial que cambió el rumbo de las elecciones y permitió la captura del poder por una fuerza de ocupación.
*Periodista, editor de Diálogos del Sur. Para mejor entender el proceso electoral y sus consecuencias, leer del mismo autor “A Governabilidade Impossível – Reflexões sobre a Partidocracia Brasileira” – Alameda Editorial, São Paulo, 2018.